TOCAR FONDO
Una de los primeros pasos para identificar que necesitamos ayuda, es aceptar
que tenemos un problema. Quizá no sepamos la forma de solucionarlo, o bien, a
pesar de las veces que lo hayamos intentado, regresamos siempre al mismo lugar
y con los mismos resultados. Aceptar que todos mis intentos por solucionarlo,
utilizando el mismo razonamiento que me ha llenado a ese mismo resultado, no
funciona. Es duro golpe para el ego, ya que aceptar este hecho sería
reconocerme impotente. Sin embargo, para que se llegue a tal toma de
conciencia, necesitamos vencer diferentes obstáculos, entre los cuales se
encuentra el más poderoso de todos: NOSOTROS MISMOS. Es decir, antes de
reconocer que soy incapaz de poder hacer algo diferente de mi vida- a pesar de
asegurar estar harto de las circunstancias en las que vivo- voy a sabotearme
más de una vez, me voy a poner el pie todas las veces que sean necesarias antes
de derrotarme y pedir ayuda. ¿Pero de qué forma me puedo sabotear? El ser
humano posee en poder autodestructivo impresionante, y puede utilizar cualquier
estrategia para evitar su avance y su desarrollo personal; por ejemplo, podemos
enfermarnos o accidentarnos con tal de enfrentar la responsabilidad que
conllevan mis actos y mi vida. El simple hecho de llegar a la aceptación de mi
enfermedad me puede llevar años de sufrimiento; o bien, toda una vida. Cada vez
que se presenta aquel dolor infinito, pretendo que desaparezca en el momento y
utilizo cualquier analgésico para mitigarlo, desde un cigarro, pasando por el
alcohol y las drogas, hasta innumerables relaciones sentimentales que acallen aquello
que me duele y que me exige voltear hacia adentro. Sin embargo, cada una de
nuestras acciones traerá consecuencias, algunas a corto plazo, otras más, a
largo; pero no podremos librarnos de ellas. Y quizá tengamos que pedir ayuda y
reconocer realmente que tengo una enfermedad que sale fuera de mi control,
hasta el día que ya no encuentre sentido en nada de lo que antes me parecía
agradable o satisfactorio, en el momento que ya no me quede ningún culpable y
la vida me ponga de frente a mí mismo. Quizá en ese momento pueda decir que ya
he TOCADO FONDO y pueda ponerme en
manos de un especialista, alguien que pueda ver lo que yo ya no alcanzo
distinguir y me permita recuperar mi vida.
En la CLÍNICA PSICOLÓGICA ROCE-A
contamos con especialistas certificados en el área clínica que te ayudarán a
romper con los patrones que no permiten tu crecimiento y desarrollo.
¡No estás sol@! ¡Acércate y pregunta por nuestros servicios psicológicos!
0 Comentarios