LA IMPORTANCIA DE LA INTROSPECCIÓN
Del latín introspicere "mirar adentro", debería ser una práctica cotidiana que nos provea de la oportunidad de aprender a observar nuestros pensamientos y entender nuestras emociones, reconocer nuestra naturaleza íntima. Sin embargo, dicho ejercicio, a pesar de pertenecer a una dinámica psíquica personal, no se puede realizar por sí mismo. Al principio y para poder desarrollar esa capacidad de examinar nuestra actividad mental, es necesario recibir un entrenamiento a través de prácticas específicas que nos permitan observar de manera objetiva aquel background de la comedia de las apariencias en la que vivimos. Es decir, se necesita de un guía que facilite la entrada hacia ese vasto universo de pensamientos y emociones que determina de manera significativa nuestra conducta manifiesta, a veces incomprensible.
Ya a finales del SXIX, Sigmund Freud había desarrollado su teoría psicoanalítica , la cual dictaba volver consciente lo inconsciente, es decir revelar y sacar a la luz aquellas vivencias, recuerdos, los cuales acompañados de grandes cargas emocionales, se manifestaban de manera somática en la vida de sus pacientes. Así, al entrarse al inconsciente, Freud podía liberar la energía de aquellos sucesos que impedían de cierta manera, el alcance y la realización de las actividades comunes de aquellos individuos. Asimismo, dicha energía en stock imposibilitaba la persecución y la ejecución de ciertas metas en la vida del sujeto.
Después, durante la primera mitad del siglo XX, con la influencia de la Teoría Conductista, la conducta manifiesta se convirtió en la unidad básica de conocimiento, dejando a un lado el acercamiento a la actividad psíquica del paciente. Sin embargo, una vez llegando la segunda mitad del siglo XX, nace la Psicología Cognitiva, la cual otorga relevancia a los pensamientos y emociones. El sujeto se vuelve un observador activo de sus procesos internos, con ayuda de distintas técnicas de recopilación de datos. Por ejemplo, anotar al término de cada día, una lista de los pensamientos más recurrentes durante una semana; seguido de la interpretación y explicación del terapeuta. El objetivo de dichas actividades es desarrollar la capacidad de adentrarse a la comprensión de dicha actividad psíquica de manera personal.
0 Comentarios