¿CÓMO APRENDO A VIVIR?
Ante una situación adversa como la que atravesamos actualmente, lo más sano
sería desarrollar estrategias de resiliencia que nos ayuden a adaptarnos a
cualquier tipo de situación, y en vez de adoptar una actitud de queja, reproche
o resentimiento, ser capaz de alcanzar a ver la lección, las enseñanzas que ese
evento dejó en mi vida. Cuando me doy la oportunidad de revisar mi historia,
soy capaz de revisar los errores que he tenido, y a partir de ellos, construir
algo diferente, una nueva vida que me permita involucrarme de manera más
directa en todos los pasos que doy y hacerme responsable de ellos, aceptando
todos los resultados que se desprendan de mis decisiones.
Aprender a vivir no es más que hacerse responsable de todos nuestros actos,
al momento de sentir, hacer y pensar. Debo aprender a cuidar de mis
pensamientos de mis acciones y de mis emociones. Todo ello es mi
responsabilidad y no saberlos manejar me lleva a perder el control sobre mí
mismo, y después de cierto tiempo busco ahora quién se haga a cargo de mí;
quien en algún momento de mi vida se convertirá en mi culpable de todas mis
desgracias y se quedará a mi lado a pagar culpas, pero al mismo tiempo será el
blanco ideal para depositar toda mi lástima y autoconmiseración.
Existen diferentes prácticas para poder construir resiliencia. Sin embargo,
es importante comenzar definiendo la resiliencia: “es el proceso mediante el cual realizamos
una correcta adaptación de cara a la adversidad, eventos traumáticos,
tragedias, amenazas diversas o fuentes de estrés significativas, como problemas
familiares o de relaciones personales, graves problemas de salud o estresores financieros y
laborales. Significa recuperarse o restablecerse
después de una experiencia difícil”. Algunas de las prácticas que podemos
llevar a cabo, son las siguientes:
1.
Las crisis no son obstáculos
insuperables
Cuando la crisis se presenta en nuestras vidas, sólo es un aviso de que
se aproxima un cambio. Así que cambiar
la manera en que se interpreta y se reacciona ante los eventos difíciles en mi
vida, me da la posibilidad de enfrentarlos con una mejor actitud.
2.
El cambio es parte de la vida
Hay circunstancias que no
puedo cambiar y salen definitivamente de mi control. Así que el cambio es parte
del crecimiento y sería mucho mejor dejar ir, que aferrarse a la misma vida
cotidiana, aburrida y frustrante del día a día.
3. Dirígete hacia tus metas
Haz planes realistas y sigue los pasos
necesarios para llevarlos a cabo. Actúa siempre para acercarte a tus metas,
aunque parezcan logros pequeños. En vez de enfocarte en tareas que parece que
no se pueden lograr, pregúntate
acerca de las cosas que puedes mejorar hoy y que te van a ayudar a caminar en
la dirección hacia la cual quieres ir.
4.
Aprende a solucionar
Aprende a solucionar los problemas
cuando éstos toquen a tu puerta, aprende a verlos como una oportunidad de
aprender y traspasar tus límites y no como una oportunidad más para quejarte y
dejar que otros caminen tu camino.
5. Apréndete a amar
El primer paso hacia el desarrollo
personal es construir una relación estrecha consigo mismo. Aprender a cubrir
nuestras propias necesidades a nivel emocional, físico y cognitivo, nos dará la
posibilidad de conocernos y de trazar un camino, hacia una meta, hacía una
nueva forma de vivir.
Si tienes dudas o quieres aprender más
estrategias acerca de cómo vivir, no dudes en comunicarte con nosotros.
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BIBLIOGRAFÍA
González, V. (2021). 10 formas prácticas de construir
resiliencia. En Psicología y mente. Consultado
el miércoles 13 de enero de 2021 de https://psicologiaymente.com/psicologia/formas-practicas-construir-resiliencia
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